TOROS
Entrevista

Mario Navas, ante su alternativa de lujo en Valladolid: "Es el cartel soñado"

El próximo jueves 5 de septiembre el novillero vallisoletano hará en su tierra el paseíllo junto a Morante de la Puebla y Juan Ortega como padrino y testigo de su alternativa, respectivamente

Mario Navas en Las Ventas.
Mario Navas en Las Ventas.Plaza 1
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A Mario Navas (Valladolid, 2001) se le intuye la sonrisa mientras habla a través del teléfono. Según el momento le tiembla la voz. Todo porque el próximo jueves 5 de septiembre tomará la alternativa en su tierra, Valladolid, de las manos de Morante de la Puebla, con Juan Ortega como testigo y una corrida de Juan Pedro Domecq. "Estoy nervioso, con un gran sentimiento de responsabilidad, pero, sobre todo, ilusionado", explica.

El cartel es auténtico caviar: "Mi cartel soñado", matiza Navas. "Qué puedo decir, es un auténtico privilegio y una alternativa de lujo. Que un torero histórico e irrepetible como es el maestro Morante de la Puebla, por el que siento tantísima admiración, sea mi padrino de alternativa...", deja el final de la frase en el aire, pero pronto añade más: "Lo mismo con el maestro Juan Ortega, un grandioso torero que atraviesa un gran momento. Ambos son, de hecho, grandiosos toreros a los que admiro y, como he dicho, es un lujo y un privilegio que sean padrino y testigo, respectivamente, del día más importante de mi carrera como torero".

Navas viene de haber triunfado en Cénate Las Ventas, el certamen de novilladas nocturnas en la plaza de Madrid. Lo que pudo gustar a ojos del aficionado, para el torero no fue una experiencia tan gratificante: "Siendo sincero no me sentí conectado con mi concepto; todo lo contrario. Me fui muy frustrado de allí. Llevaba un tiempo que no me sentía a gusto toreando, no me encontraba. Fue un día complicado para mí personalmente porque no terminé de disfrutar toreando. Ahora estoy mejor, gracias a Dios".

Navas abandonó Valladolid con 13 años y ahora, con 23, vuelve para doctorarse allí en toreo. "No hay mejor sitio para tomar mi alternativa que mi tierra, para mí es un orgullo poder hacerlo rodeado de mi familia y de mis amigos. Además, creo que Valladolid necesita un torero". Si se ve o no como torero emblemático de su tierra queda en el aire. "Ojalá", suspira. De momento, al futuro más próximo sólo le pide una cosa: "Disfrutar del día tan importante que es. Ojalá los tres podamos, además, hacer disfrutar al aficionado y al público. Ojalá la gente salga contenta de esa plaza".

Decía Juan Belmonte que "durante las horas anteriores a la corrida se pasa tanto miedo que todo el organismo está conmovido por una vibración intensísima". En cambio, el miedo de Mario Navas, días antes de su alternativa, es "no estar a la altura de las expectativas". Hace especial hincapié en las suyas propias, más que las que puedan albergar los tendidos. "Es algo que me da mucho respeto, pero la ilusión de la tarde supera todo ese tipo de miedos".

La ilusión también se trabaja. Y la tarde. Aunque Navas no ha alterado su rutina sobremanera: "He intentado tomármelo con normalidad. No he cambiado mis hábitos: he seguido la misma rutina de entrenamiento de siempre. Aunque, a decir verdad, ha sido complicado ir a tentar por la época, porque hay muy pocos animales y, evidentemente, porque los matadores y las figuras tienen su prioridad". Pero esto no ha sido obstáculo para su preparación: "He toreado mucho de salón, que es lo fundamental y lo que más me gusta. Y bueno, también he podido hacer algo de campo: el otro día pude torear un toro en la ganadería de El Puerto de San Lorenzo que me subió mucho la moral".

Para sus visitas al campo ha contado con la compañía de Manolo Sánchez: "No me apodera, exactamente, pero me ayuda mucho. Mi padre fue banderillero y siempre fue con el maestro. Cuando debuté con caballos, decidió echarme una mano. Su ayuda supone un privilegio: me ha ayudado a mejorar y ahondar en mis formas".

"Quiero pensar que estoy preparado", dice. "Por lo menos, por las sensaciones que tengo toreando. Me siento preparado para dar este paso". Su meta inmediata como matador de toros es seguir creciendo, seguir aprendiendo: "Quiero seguir aunando en mi concepto y en mis formas. Dios quiera que el día de mañana llegue a ser figura del toreo y ojalá convertirme en un referente para muchos en un futuro", concluye.