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BMW no teme a Trump y hará coches eléctricos en México desde 2027

La factoría de San Luis Potosí será una de las cuatro del mundo que fabricarán los modelos de la Neue Klasse. EEUU ya es un destino muy importante de su producción.

BMW no teme a Trump y hará coches eléctricos en México desde 2027
Actualizado

Entre Múnich, la capital de Baviera y sede de BMW, y el estado mexicano de San Luis Potosí, hay más de 9.700 km, pero la factoría que la marca tiene en esa localidad podría hacernos creer que estamos en Alemania. Salvo por el idioma y el altar a los muertos que nos recibe a la entrada, porque faltan apenas dos días para la celebración de la noche de los muertos.

Es la fábrica más moderna de la compañía. Se inauguró en 2019 con una inversión de 1.500 millones de dólares (1.400 millones de euros) y actualmente produce los modelos Serie 3 Sedán, además del Serie 2 coupé y el M2, estos dos últimos en exclusiva mundial. Son los BMW de calidad alemana 'made in Mex'.

Destino EEUU

La enorme factoría ocupa una parcela de 300 hectáreas sobre el desierto mexicano, al lado de la sierra de San Miguelito. Tienen 3.700 personas (más otros 32.000 indirectos), con una media de edad de 32 años, que trabajan en dos turnos y producen 450 vehículos al día, 28 cada hora. El 36% de los empleados son mujeres y el 23% de los jefes de equipo, cifras que están muy por encima de la media de la sociedad mexicana. Hasta el pasado mes de septiembre, de sus cadenas de montaje han salido ya 406.139 vehículos. El 96% de ellos, destinados a la exportación a más de 80 países, aunque entre EEUU, Canadá y el mercado local absorben cerca del 40% de su producción.

Pero no acaba ahí la cosa. Y, en medio de las tensiones creadas por las amenazas de Donald Trump de poner aranceles a los vehículos fabricados en México, la factoría se prepara para abordar una nueva revolución: la producción de modelos 100% eléctricos del programa Neue Klasse en el que la fábrica de San Luis Potosí tiene un papel fundamental.

Seis modelos en dos años

El primer modelo de esa nueva familia arrancará en Debrecen (Hungría) a finales de 2025. El proyecto prevé lanzar seis modelos en dos años y se sumarán las plantas de Múnich, Shenyang (China) y la mexicana.

De este modo, ya han comenzado en ella las obras para construir un nuevo edificio de unos 80.000 m2 que ubicará la producción de módulos de baterías de sexta generación, con una inversión de 500 millones de euros. A esta cifra se sumarán otros 300 millones para aumentar la capacidad de la nave de montaje con el fin de fabricar los vehículos eléctricos.

Los dos primeros prototipos de la BMW Neue Klass. El de la derecha es el SUV
Los dos primeros prototipos de la BMW Neue Klass. El de la derecha es el SUV

En México desde 2027

La previsión es empezará a fabricar baterías, en preseries, a finales de 2025 y los primeros automóviles eléctricos en 2027. En San Luis Potosí se fabricará un SAV -por Sport Activity Vehicle en inglés- basado en el prototipo BMW Vision Neue Klasse X.

La ubicación en un desierto tiene ventajas e inconvenientes para la sostenibilidad. La radiación solar ha permitido instalar una de las primeras instalaciones fotovoltaicas aisladas que hay en México y que genera el 13% de la energía que necesita la factoría. Como hay terreno de sobra, los 17.000 paneles solares, con una capacidad de 5 MW, están sobre el suelo, más barato que colocarlos en el techo de los edificios.

El próximo año está previsto duplicar esta instalación para cubrir entre el 20% y el 24% de todas las necesidades energéticas, nos explica Pilar Álvarez, directora medioambiental de la factoría. En 2026 también se va a sustituir el gas natural para calentar los hornos de pintura por gas metano.

un alemán al frente

Pero, por otra parte, el sofisticado proceso de pintura exige gran cantidad de agua que no existe en el desierto. Por eso, se ha implantado un sistema de reciclaje que intenta recupera el 100% del líquido que se utiliza, de modo que sólo se pierda la que se pueda evaporar. Supuso una inversión de 3,3 millones de euros.

Al frente de este universo está Harald Gottsche, el presidente y CEO de BMW Group Planta San Luis Potosí. Alemán de Múnich ha desarrollado toda su carrera profesional en BMW. La mayor parte de los últimos 25 años en producción y en su ciudad natal. Su aterrizaje no fue el ideal, ya que asumió la máxima responsabilidad en diciembre de 2020, a los pocos meses de haber entrado en producción y todavía en medio de la pandemia del COVID, que en México fue especialmente dura. «Los primeros meses fueron complicados», reconoce. Habla un español muy fluido, aunque prefiere no usarlo cuando trata temas profesionales. Desde hace cuatro años vive con su mujer y sus dos hijas en México y dice sentirse muy bien.

¿Por qué en San Luis Potosi?

En conversación con EL MUNDO, Gottsche explica que la ubicación de la planta en el país azteca tiene múltiples motivos y no sólo la proximidad con el gran vecino del Norte. «En primer lugar, BMW quiere estar en las regiones más importantes: Europa, China y América. Desde hace 30 años tenemos una planta en EEUU, pero queríamos aumentar capacidad en América. Optamos por México porque forma parte del acuerdo comercial con EEUU y Canadá. Además, está muy cerca del primero de esos países, que es un mercado importante. Pero también tiene acuerdos preferentes con Europa, Asia-Pacífico y otros países. Es una muy buena ubicación y desde aquí exportamos a 80 mercados», explica.

En cuanto a haber elegido el estado de San Luis Potosí, a 400 kilómetros de Ciudad México, explica que «en el Bajío hay muchos proveedores, locales y europeos; y hay mucho talento, mucha gente talentosa, trabajadora y muy motivada".

Otras ventajas

En estos años además de consolidar la planta, Gottsche ha puesto las bases para los nuevos proyectos apoyándose en una alta productividad, el hecho de que casi no hay vacaciones -al menos, no las europeas- y que los salarios son, de media, de unos 500 pesos al día (unos 23 euros al cambio). Otro punto a su favor es que, al disponer de una amplia extensión de terreno «es más fácil tener la cadena de montaje en un solo nivel y podemos ampliar las instalaciones sin detener la producción».

«Esta es la fábrica más moderna de BMW, pero todas las del grupo son muy similares y con los mismos estándares", añade. Una de las diferencias de la mexicana es el sistema en la línea de montaje que gira el vehículo 180 grados para que los operarios puedan trabajar con ergonomía en la parte inferior. Es la única planta que lo tiene en el país y una de las pocas del mundo con este sistema que también emplean en Ferrari.

Gottsche destaca la buena imagen de BMW en México. «Somos líderes del segmento 'premium' con un 34% de cuota, más otro 8% de Mini y también somos una de las cinco empresas más atractivas para trabajar, según los universitarios», concluye.

tres décadas presentes

Al final, son ya 30 años desde que BMW instalase su primera filial en el país en 1994. Aunque no fue hasta el año siguiente cuando empezó a montar vehículos junto a un socio en Lerma (Toluca), a 60 km de la capital.

La fabricación se basada en el sistema SKD, como exigía la legislación local en ese momento. Es decir, se ensamblaban las carrocerías ya pintadas y enviadas desde Alemania. Posteriormente, se montaban el resto de los componentes, algunos de origen local. Inicialmente se podían completar 12 coches al día con este sistema, una cifra modesta pero que permitía a BMW ir desarrollado su red comercial y de proveedores.

El primer modelo que se hizo fue el Serie3 de tercera generación, pero posteriormente se añadieron los Serie 5 y Serie 7. Años después, Toluca se especializó en blindados, como los X5 Security yX5 Security Plus, que ahora se hacen bajo licencia ya que BMW terminó vendiendo las instalaciones a su socio.