Elogio y castigo
El empate de Espaᅵa ante Francia llegᅵ precedido de los mayores halagos de un rival y su entorno a la campeona. Poco despuᅵs se cumpliᅵ una lᅵgica perversa y no escrita: cuando mᅵs se acrecienta el elogio, mᅵs cerca estᅵ el castigo. La perspectiva y la expectativa de esta selecciᅵn han crecido tanto que resulta inevitable, pero lo ocurrido ante el equipo vecino, sin significar en absoluto ningᅵn punto de inflexiᅵn en la trayectoria de Espaᅵa, sᅵlo un empate, si debe servir para que los protagonistas se inoculen anticuerpos contra todo lo que se dice. La inmunidad en el fᅵtbol no existe. Antes del partido, Vicente del Bosque ofreciᅵ una interesante entrevista al diario francᅵs L'Equipe, de cuya conversaciᅵn extrajo un atractivo titular: "Si perdemos el hambre, caeremos en el ridᅵculo". ᅵQuᅵ aficionado espaᅵol al fᅵtbol puede pensar que esta selecciᅵn instalada en la gloria podrᅵa pasar, de pronto, al ridᅵculo? La respuesta es: el seleccionador.
Del Bosque torciᅵ el mostacho ante tantas palabras mayores dirigidas a Espaᅵa. Prefiere que todo siga a pie de campo, como se suele decir. Las respuestas a L'Equipe, como las que nos ha ofrecido a los periodistas espaᅵoles en repetidas ocasiones, inciden una y otra vez en la necesidad de mantener la motivaciᅵn, porque lo contrario serᅵ morir de ᅵxito. Sabe lo difᅵcil que es, como lo duro que resulta, en lo personal, tomar decisiones con respecto a futbolistas que han siginificado tanto en este ciclo ganador, pero cuyo papel no puede ser el mismo en el futuro. Es lo peor de su trabajo.
Del partido contra Francia no le duele un empate que considera despuᅵs de todo justo, sino las lesiones de Silva, Arbeloa o Reina, porque ello compromete a la selecciᅵn y a su trabajo, el de su equipo tᅵcnico, y las malas sensaciones que tuvo durante la segunda mitad. Por primera vez, salvo en los amistosos, Espaᅵa era superada en el juego, aparecᅵa partida en dos, sin energᅵa y sin respuesta.
La selecciᅵn se descosiᅵ tᅵcticamente, careciᅵ de respuesta en el ᅵmbito defensivo, como un flan, y en el ofensivo, sin llegada y sin punterᅵa. Francia, arrinconada en la primera parte, era todo lo contrario. A Deschamps le funcionaron los cambios, en especial Valbuena y Giroud, providencial goleador, algo que no le sucediᅵ al seleccionador espaᅵol, condicionado, eso sᅵ, por los infortunios de Silva y Arbeloa. Las lesiones le hicieron el guiᅵn, impidieron su margen de maniobra. El poco que le quedaba lo utilizᅵ para poner en el campo a Torres cuando el equipo, quizᅵs, necesitaba pegamento. La grada lo pedᅵa. Del Bosque ha realizado ese cambio numerosas veces, para dar una velocidad mᅵs a partido roto, pero en el Calderᅵn la ᅵnica rota era Espaᅵa.